Reseña: El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas de Haruki Murakami

Ya me he terminado el primer libro de Murakami. Me lo he leído más despacio que de costumbre, o a lo mejor es que me estoy haciendo mayor xD y ya no devoro los libros como antes; ahora me tomo mi tiempo y los saboreo más...

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Opinión personal:

Sinceramente, me ha gustado. No creo que sea un libro para releer, por lo menos para mi gusto. Como mucho podría volver a leer en algún momento esos capítulos y frases profundas que te hacen pensar.

La historia está llena de acción, algo poco habitual, por lo que he leído, en este autor. Así que no os preocupeis, no os aburriréis. Quizás ya al final del libro, que quieres saber cómo acaba, y parece no acabar nunca... sobretodo en la parte del Despiadado País de las Maravillas, que se hace un poquito pesado hacia el final.

En este libro, Murakami explora los límites de la consciencia (simbolizada por el Despiadado País de las Maravillas) y el subconsciente (el Fin del Mundo). ¿Es posible llegar a sentirte un ser completo, o estamos condenados a vivir divididos entre quien creemos ser y quien somos en realidad (el verdadero yo)? Esa sensación de que algo no está bien en el mundo que te rodea, de no saber cual es el objetivo de la vida, las pérdidas, qué es lo que nos define... Una mirada introspectiva hacia lo existencial, lo psicológico, en definitiva, lo humano.

Aviso de que a veces cuesta comprender que está hablando de todo esto y tienes la sensación de que se te escapan muchas cosas... porque Murakami utiliza muchas metáforas. Si te gusta lo conciso, lo claro, este no es tu libro. No es una lectura fácil si quieres ver mas allá de la historia en sí y comprender lo que cuenta en el fondo.

Más superficialmente el libro es entretenido, la historia mezcla lo fantástico y la ciencia-ficción, mezclado con algún que otro discurso científico sobre la mente y la posibilidad de llegar a través de esta a la inmortalidad (sorprendente, ¿verdad?).

Fragmentos:

"Aunque pierda los recuerdos, el corazón sabe muy bien hacia dónde encaminarse. Te lo aseguro: el corazón tiene sus propios principios de conducta. Que son el Yo. Tienes que creer en tu propia fuerza. Si no, una fuerza exterior te arrastrará hacia un lugar absurdo e incomprensible."

***

"<<¿Y que he perdido yo?>>, me pregunte, rascándome la cabeza. Sin duda alguna, había perdido muchas cosas. Si las hubiera apuntado todas en una libreta, posiblemente habría llenado un cuaderno entero de la universidad. Había sufrido mucho la perdida de alguna de ellas a pesar de que, en el momento en que las perdí, creí que no importaba demasiado, pero con otras me había sucedido lo contrario. Había ido perdiendo diversas cosas, diversas personas, diversos sentimientos. En el bolsillo del abrigo que simbolizara mi existencia, se habría abierto un agujero fatal que ningún hilo ni aguja podrían coser. En este sentido, si alguien hubiera abierto la ventana de mi piso y me hubiese gritado <<¡Tu vida es un completo cero!>>, yo no habría tenido ningún argumento en contra que esgrimir.

Sin embargo, si hubiera podido volver atrás, me daba la sensacion de que habría reproducido una vida idéntica a la que había llevado. Porque esta -esta vida llena de perdidas- era yo. Era el único camino que tenia yo de ser yo mismo. Por mas personas que me hubieran abandonado a mi, por mas personas a las que hubiese abandonado yo, por mas bellos sentimientos, magnificas cualidades y sueños que hubiese perdido, yo únicamente podía ser yo."

***

“No quería desaparecer dejando atrás mi vida torcida. Tenía la obligación de velar por ella hasta el final. De otro modo, perdería todo sentido de equidad conmigo mismo. No podía irme dejando mi vida en aquella situación. Aunque nadie lamentara mi pérdida, aunque no dejase un vacío en el corazón de nadie, aunque casi nadie se diera cuenta de que yo había desaparecido, no quería: mi existencia era asunto mío. Ciertamente, había perdido muchas cosas en el curso de mi vida. Tantas que, aparte de mi mismo, ya casi no me quedaba nada por perder. Sin embargo, en mi interior permanecía vivo el reflejo de lo que había perdido, y aquello era lo que había conformado mi ser a lo largo de mi vida. No quería abandonar este mundo.”

En vista de que este libro no me ha decepcionado, ya le he echado el ojo al siguiente de este autor: Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. 

Puntuación: